El síndrome de diógenes moderno

¿Tienes 537 capturas de pantalla que juraste revisar “más tarde”? Bienvenida al club. Guardamos ideas, recetas, enlaces, looks, frases motivacionales y carritos de compra que jamás volveremos a abrir. No es desorden, es optimismo digital desbordado.

Tu excel de colores no te salvará

¿Y si dejamos de querer ser “los mejores” y empezamos a ser simplemente… mejores que ayer? A veces nos liamos comparándonos con todo el mundo, cuando en realidad lo importante es avanzar a nuestro ritmo (y sin reventar como un globo presionado).

Aquí nadie se lleva nada

¿Y si al final no nos llevamos nada (ni los tápers prestados)? A veces vivimos como si acumulando cosas, tareas o dramas fuéramos a durar para siempre. Pero igual va siendo hora de cambiar el chip y empezar a coleccionar momentos, no trastos.